jueves, 4 de noviembre de 2010

Mito de Ixión

Ixión prometió a Deyoneo un valioso regalo si le permitía casarse con su hija Día , pero nunca cumplió su promesa, por lo que su suegro, en compensación, le tomó en prenda sus yeguas. Ixión, disimulando su resentimiento, invitó a Deyoneo a una fiesta en Larissa, prometiéndole el pago y una vez que lo tuvo en su casa, lo arrojó a un foso lleno de carbones ardiendo. Este crimen, que vulneraba las leyes sagradas de la hospitalidad horrorizó tanto a los reyes vecinos que ninguno quiso purificarle, obligando a Ixión a vivir escondido y huyendo del trato de los demás.





Él la vio: esto es, trabajaba.

Amó el deleitable negocio (Juno era el éxito)

Puso los ojos por siempre en el dulce grueso

Enérgico comercio, y el afán

Hizo husmear su mundo.

Nuestro mundo también debe humear y flamear.

Nuestro mundo debe girar. El esfuerzo reventará

Un banco. El trabajo hará correr

(Ruedas dentro de la ruedas)

Los Monopolios.

Él la agarrará. Agárrala firme

En una rauda nube

De erróneas palabras

O vertiginosas comidas!

“ Agarra firme, Ixión! Hazte famoso, fuerte!

Actúa! Embriágate!

Ve a abrazar a la querida madre ganancia en lo oscuro. Posee la tierra,

Posee dinero!”

Sin embargo erró,

Despilfarró.

Gigantes se alzan

Macizos hermanos de amasijo y pelea,

Humeantes buldózer!

Rodantes ciudades, arden!

Monstruos de cristal desgarran

Caras, encendidas con alto dinero,

Fiebre en la prensa.

Gigantescos muchacho mecánico:

Sus sucios ojos giran

Olfatean la historia trabajando

Y vigilan la excesiva matanza.

Pesados parásitos de guerra

Ruedas políticas y generales de cobre

Tragan humo nuclear

Y pierden hombría.

Desvergonzados, ininteligentes,

Pero lo bastante astutos

Para despilfarrar la potencia del sol,

Echar a rodar los planetas,

Profanar al hombre sagrado!

Ahora viene subiendo

De los adentros de la tierra y el infierno

La guerra gigante de Ixión

Rodando y peleando en la roja rueda.

Autor; Thomas Merton


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